El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, dijo en contacto telefónico con un canal del Estado que tres personas fueron “asesinadas” por las fuerzas policiales que rodean las afueras de la embajada de Brasil en ese país, donde permanece desde ayer.
En conversación con VTV durante el mediodía de este martes, aseveró que hay más de 300 manifestantes detenidos y que estarían siendo llevados a un "sitio de concentración, un estadio".
También aseveró que hay varios heridos en hospitales, aunque no precisó cantidad.
Reiteró además que la situación en la embajada es "precaria" por cuanto hay más de 31 personas que no han ingerido alimentos y que están dando indicios "de problemas de salud". Por todas esta razones, exigió un pronunciamiento "enérgico" de la comunidad internacional ane la grave situación.
Más temprano, había adelantado que han conversado con militares para buscar una salida consensuaa la crisis.
"Con algunos policías y militares hemos estado hablando ayer (lunes) para buscar una salida a la crisis", dijo Zelaya a la AFP en la embajada brasileña en Tegucigalpa, donde permanece refugiado desde que el lunes regresó en secreto al país luego de casi tres meses de exilio.
"Yo pienso que hay que buscar un acercamiento directo (para) que ese acercamiento logre la paz. Luchar por los pobres nunca debe ser un delito, luchar por restablecer la democracia no debe ser un delito", agregó Zelaya, derrocado y expulsado por militares el pasado 28 de junio.
Zelaya afirmó que el presidente de facto Roberto Micheletti impuso el toque de queda y cerró los aeropuertos para "aislar más a Honduras" con el fin de impedir la llegada de misiones internacionales en busca de una salida negociada a la crisis.
"Están varando la circulación de aviones y en los aeropuertos internacionales para evitar que vengan las misiones internacionales", dijo.
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